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Foto del escritorJardín de la Paz

El ayuno: en búsqueda de lo espiritual

Actualizado: 15 ene


ayuno intermitente beneficios

El ayuno intermitente y sus beneficios es un tema que viene siendo tendencia hace un tiempo y continúa ganando popularidad. En los años 2019 y 2020, fue una de las tendencias nutricionales con más búsquedas en muchos países de Occidente. Se habla de esto en todas partes, y entre personas de un variado rango etario. No es de sorprenderse, ya que al ayuno, ya sea ayuno de 24 horas, ayuno nocturno, ayuno prolongado o cualquiera de sus muchas formas se le atribuyen, innumerables beneficios. Nos preguntamos: ¿para qué sirve el ayuno? ¿Cómo nos ayuda? Estas, son solo algunas de las muchas formas en que nos ayuda el ayuno:


• A ganar energía y vitalidad,

• perder peso,

• mejorar la función cognitiva,

• mejorar el sueño, y

• muchos hasta se animan a decir que es la clave para lograr la “eterna juventud”.


Ayunar es bueno para la salud

Existen cada vez más datos y estudios científicos que avalan al ayuno como una herramienta para mejorar nuestro estilo de vida y nuestra salud. Si bien, todo aquello que beneficia a nuestra salud física es siempre bienvenido, hoy queremos hablar de otra parte importante del ayuno, la que reside en el lado del bienestar espiritual.

Empecemos por lo esencial: ¿Qué es el ayuno?


El ayuno es algo natural, si lo miramos desde una perspectiva evolutiva. Desde siempre, ha estado presente entre los seres humanos, así como también entre los animales. Y aunque existen animales que aun pasan un tiempo con poca o nada de comida, los humanos, con el tiempo, fuimos cambiando nuestro comportamiento al volvernos más sedentarios, y al tener la opción de comer cuando queremos, y no cuando necesitamos.


Hace miles de años, nuestros antepasados comían cuando podían. Salían a cazar y a recolectar, y no siempre volvían con algo a la casa, pudiendo pasar varias horas sin probar bocado. El hecho de que hoy existan horarios para sentarse a comer, como el desayuno, el almuerzo y la cena, son pautas que, como sociedad, nos hemos impuesto.


Y, ¿cómo se relaciona el ayuno a lo espiritual?

Si viajamos al tiempo de las escuelas filosóficas griegas, podemos ver que la práctica del ayuno era relacionada o implementada para curar el cuerpo físico de enfermedades, pero era también un método para limpiar el espíritu, promover la paz interior, la libertad y la felicidad. El ayuno tenía relación directa con alcanzar, descubrir y vivir el propósito de vida. Ya en aquel tiempo, como sociedad, empezábamos a comprender que la salud física y la salud espiritual formaban una unidad.


Para poder obtener esta salud espiritual a través del ayuno, debemos entenderlo como una expresión de fe y una forma de oración realizada en cuerpo y alma. El ayuno de 24 horas, el ayuno espiritual, busca elevar el alma y el espíritu. Y para lograr esto, es importante que el ayuno vaya acompañado de la oración. La unidad de cuerpo y alma se hace presente en el ayuno. El cristianismo y el judaísmo piden que además de la oración, en nuestro ayuno espiritual esté presente también la limosna, que consiste en prácticas de piedad que tenemos con el prójimo. Así, vamos comprendiendo que, desde una perspectiva espiritual, el ayuno, más allá de ser una renuncia a la comida, es un camino a la iluminación, una herramienta de autoconocimiento para conectarnos con los pensamientos, sentimientos, ilusiones y propósitos de vida que se albergan dentro del cuerpo.


El ayuno es un tiempo de búsqueda e intimidad con Dios, un periodo en el que buscamos crecer espiritualmente y alimentar el alma. Si bien es una práctica individual, existe lo que conocemos como ayuno congregacional. ¿En qué consiste el ayuno congregacional? Esta es una experiencia que se lleva a cabo en grupo, como congregación. Es un ayuno guiado, asistido y acompañado por religiosos, para quienes quieren estar más cerca y conectados con su Dios.


En resumen, habiendo tocado diferentes características y elementos del ayuno, recordemos siempre y por encima de todo, que el ayuno no es un fin en sí mismo, sino el método que, junto a la limosna y a la oración, nos hace mejores personas. Esta práctica nos invita a tener la actitud correcta ante Dios, los demás seres humanos, y la vida que nos rodea.


FUENTES:

• Libro “Ayuno Intermitente Saludable” – Carla Zaplana – Editorial Planeta 2021


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