Grandes pensadores y su interpretación de la muerte
- JardĆn de la Paz
- 21 jun 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 27 jun 2023

En distintos momentos de nuestra vida, todos pensamos o reflexionamos sobre la muerte. Es algo natural, si consideramos que la muerte en sĆ, es una dimensión de la vida. Es algo por lo que todos nosotros, sin distinción, vamos a pasar en algĆŗn momento. Cuando nos cuestionamos o reflexionamos sobre la muerte surgen muchas preguntas. Como, por ejemplo:
¿Por qué nacimos, si vamos a morir?
¿Morir es pasar a otra dimensión?
¿Qué llega con la muerte?
¿Qué podemos saber sobre la muerte?
⦠y la lista puede seguir porque hay muchĆsimas mĆ”s. Teniendo en cuenta que esto es una realidad, que todos tarde o temprano reflexionamos sobre la muerte, quisimos dedicar un espacio en nuestro blog para hablar y pensar en esta sin miedo.
ĀæEmpezamos?
Sabemos que el origen de la filosofĆa radica justamente en reflexionar acerca de los principios de la realidad. Reflexionar y cuestionarse sobre la naturaleza humana y toda su dimensión. En esta dimensión, la muerte ocupa un lugar muy especial. Y, aunque para muchos puede ser objeto de temor, dolor o angustia, muchos filósofos nos dicen que rechazar la muerte es negarse a vivir. Y que, para vivir plenamente, debemos tener el coraje de integrar la muerte en la vida.
Baruch Spinoza
Fue un filósofo neerlandĆ©s del siglo XVII que dijo: āUn hombre libre en nada piensa menos que en la muerte, y su sabidurĆa no es una meditación de la muerte, sino de la vida.ā ĀæCuanta tranquilidad y paz trae a nosotros pensar asĆ verdad? Nos invita a pensar en la muerte no como el fin, sino todo lo contrario. Despierta el sentimiento de vida que llevamos todos muy adentro. Nos invita a pensar en la muerte, para recordar que hoy estamos vivos y despierta la motivación de todo lo que podemos hacer, disfrutar y aprender en este regalo que es la vida.
Pensar y reflexionar sobre la muerte sin miedo es sano, y nos hace bien. Como dijo FranƧois FĆ©nelon, otro gran pensador del siglo XVII, āLa muerte sólo serĆ” triste para los que no han pensado en ella.ā. Si con la reflexión, podemos conceptualizar y entender mejor la muerte, crece nuestra aceptación hacia ella.
Platón
DecĆa que la muerte es un cambio de lugar para el alma y que cuando una persona morĆa, el alma se liberaba de la cĆ”rcel del cuerpo, para despuĆ©s ir al mundo divino y eterno de las ideas. El tampoco veĆa a la muerte como algo malo, o algo por lo cual asustarse, ya que simplemente era una transición del alma.
En el Ćŗltimo siglo, grandes pensadores como Pierre Teilhard de Chardin, Martin Heidegger y Edgar Morin han dado vida literaria al tema de la muerte del hombre. Y sin miedo y con mucha sensatez, expresan libremente que āLa vida es para morirā.
Heidegger, filósofo existencialista, decĆa que la muerte es el acontecimiento esencial en la aventura humana. Y, aunque hay mucho misterio alrededor de este concepto, queda claro que es el momento de decir adiós a todo, es el viaje de irĆ”s y no volverĆ”s.
Teilhard, aparte de pensador y filosofo, era también sacerdote y jesuita. Tal vez por eso, el propone una visión cristiana de la vida y de la muerte. Con los ojos fijos en Cristo resucitado, hacia quien aspiramos todos, él hablaba de cómo Cristo venció la muerte, aceptÔndola como propio e ineludible del ser humano.
Morin en cambio, exploró los conceptos de hombre y cultura y reflexiona sobre la muerte humana. Fue sociólogo, filósofo, polĆtico y considerado el gran pensador de los siglos XX y XXI. Falleció (recientemente) en julio 1921 y una de sus frases acertadas y valiosas es āel hombre ha olvidado demasiado a la muerteā. Argumentaba que sabemos nada de la psicologĆa de la muerte y planteaba esto como la crisis de la muerte.
Son muchas y variadas las reflexiones que llevaron a cabo estos grandes pensadores, pero si algo nos queda claro, es que, al ser parte de nuestra vida y existencia, es algo sobre lo cual deberĆamos reflexionar sin miedo. Cerramos este blog con una pregunta, y te invitamos a reflexión, ĀæQuĆ© es para vos la muerte?
Fuentes: