El 24 de julio es el Día del Abuelo, y los que tenemos la dicha de tener a nuestros abuelos con nosotros, podemos celebrar con ellos su día. Los que ya tuvimos que despedirnos de ellos, podemos celebrar sus vidas igual—con una misa, llevándoles flores al cementerio, con una comida en familia, o mismo escribiéndoles una carta o un obituario.
¿Por qué un obituario?
Porque un obituario escrito con sentimiento y dedicación puede ser una hermosa manera de conmemorar a ese abuelo o abuela que ya no está. En él podemos escribir sobre la increíble vida de nuestros abuelos (porque los abuelos siempre tienen historias increíbles sobre eventos y experiencias que vivieron en sus vidas), y los recuerdos que compartimos con ellos.
Pero ¿por dónde empezamos para redactar este obituario para nuestros abuelos?
Podés empezar con cosas básicas, como por dónde y cuándo nació, dónde vivió su infancia, qué estudió, con quién se casó y los hijos y nietos que tuvo, si tuvo algún logro importante, etc.
Siempre suma describir ciertas características sobre su personalidad, porque a fin de cuentas es lo que hacía único a nuestro abuelo o abuela. Pedí ayuda a tus papás, tíos y primos. ¿Qué es lo que más recuerdan de cómo eran Lelo y Lela?
Sí o sí incluí alguna anécdota compartida con el Nonno o la Nonna. Aquí otra vez estaría bueno pedir la ayuda de nuestros primos, padres o tíos. De esta manera, no solo logramos incluir a otros familiares en el proceso de redacción, sino que sirve a la vez para que todos podamos recordar a nuestros abuelos con alegría. Ayuda en el proceso del duelo.
Incluí una foto linda de Yeyo o Yeya. Mejor aún si es una foto reciente, tomada en algún momento feliz, donde esté sonriendo.
Y si igual te está costando redactarlo, acordate que en Jardín de la Paz ofrecemos el servicio de redacción de obituarios. Solo escribinos, y nosotros nos encargamos de preparar un hermoso homenaje a la vida de tus abuelos.